Archivo por meses: junio 2011

Una excelente reivindicación de nuestro idioma

«Hablo y escribo en español cuando quiero expresar en detalle mis emociones, mis sentimientos, una idea. A los otros, a los míos, a mí misma. Aunque a veces no me entiendan. También pienso y sueño en mi lengua: el español. Es por eso por lo que, aunque defiendo a ultranza el aprendizaje de cuantas más lenguas mejor —y en este principio he educado a mis hijos desde que se asomaron al mundo—, ha sido el español mi único puente de comunicación con ellos, desde que los sentía dentro de mi cuerpo hasta el día de hoy…»

«… Auguro que, en muy pocos años, no habrá negocio o carrera, despacho, investigación o proyecto artístico visionario, en todos y cada uno de los cinco continentes, que pueda desarrollarse y alcanzar aceptación y éxito si sus creadores no hablan español o no se realiza también en español. Mis últimas experiencias corroboran este presentimiento y lo hacen, poco a poco, convertirse en certeza…»

«… Es emocionante escuchar español en Australia y en Teherán, en Suráfrica y en la Antártida, en Japón y en Singapur. Una de mis amigas más cercanas en Londres es iraní, escritora y novelista, publica sus libros en inglés y en francés. Pero conmigo y cuando escribe su diario solo para ella cada noche, lo hace en farsi y en español. Dice que son las lenguas del corazón…»

«… El español es la lengua del corazón, del cerebro. Es la lengua del inmediato futuro y de las generaciones que vienen. Con la lengua china, la lengua española está hilvanando las vértebras del futuro en la ciencia y en la tecnología, en la economía y en las finanzas. En el arte y en la poesía. Yo, mientras, sigo hablando, escribiendo, pensando y amando a los míos en español.»

Elena Ochoa Foster, La lengua del corazón. ABC Cultural, 18/06/2011

Fin de fiesta

La Feria del Libro de Madrid 2011 ha terminado. Por encima de la tradicional y siempre controvertida versión de cifras de ventas, nosotros queremos destacar la enorme cantidad de visitas recibidas, de lectores que nos han transmitido sus críticas y felicitaciones, de los amigos que han venido a compartir la fiesta con nosotros y de los autores que han participado firmando sus obras. Os mostramos algunas imágenes de este pasado certamen:

Antonio de la Fuente Arjona firmando La rebelión de los números.

Fernando Claudín firmando Una loca como un palo de escoba.

Ignacio González López recitando uno de sus poemas de su obra Del amor y otras ausencias.

Mercedes Aguirre. José María G. de la Torre, una de las muchas jóvenes lectoras que nos visitaron y Alicia Esteban durante el acto de la firma de las autoras de Cuentos de la mitología griega.

Alicia Muñoz, un año más prestándonos su desinteresada e inestimable ayuda.

Mercedes Alonso firmando Un jardín en Virginia y Juan Cano firma La imagen de Miguel Hernández.

Paloma Orozco y nuestro editor firmaron juntos. Paloma su obra Memento Mori y José María G. de la Torre 35 notas del editor y otros escritos.

José Luis Largo durante la firma de Meléndez Valdés para niños y jóvenes.

El magnetismo de Violeta Monreal rodeada siempre de niños. Durante la firma de Juan Ramón Jiménez  para niños y niñas… y otros seres curiosos.

Maxi de Diego firmando sus obras Los raros y La abuela de Fede.

Gracias a todos. Esperamos veros de nuevo el año próximo en una nueva edición de esta siempre maravillosa fiesta que es la Feria del Libro.

Los catálogos y la crisis

En la feria del libro, Ediciones de la Torre está expuesta en la caseta número 182. El trabajo nos lo repartimos entre toda la familia de la editorial y por ello nos queda algún tiempo para, como diría nuestro editor, cambiarnos la gorra, ponernos la de lector y dar una vuelta por las casetas de las demás editoriales y ver qué novedades presentan. Ávidos lectores y amantes de los libros, a la vez que editores, nos gusta conocer al detalle los fondos editoriales de los compañeros de viaje. Este año nos ha sorprendido una familia de respuestas muy frecuentes que hemos recibido a la hora de solicitar un catálogo: «No lo hemos impreso. Está disponible en Internet.» «Imprimir un catálogo es muy caro y con la crisis hemos decidido no sacarlo en papel.» «Editamos mucho y muy rápido. Y además en color (¿?) por lo que no hemos hecho catálogo físico. Está en la red.», etcétera.

Se nos vienen al magín dos pensamientos al respecto: ¿Será el género catálogos editoriales el primer gran triunfador del libro electrónico?. Y segundo, en épocas de crisis, siempre hay dos posturas en relación a la publicidad: invertir más para tratar de vender más y por contra reducir los costes al máximo, incluso los de publicidad. En relación con la última nos preguntamos: si en un panorama editorial español con casi 77.000 títulos nuevos, donde la palabra visibilidad está de moda y es el gran problema, muchas editoriales deciden suprimir una herramienta fundamental de su compañía, ¿cómo esperan paliar esa crisis que sufren? ¿Haciéndose más invisibles todavía? ¿O es que todos sus lectores son cibernéticos y ya se han pasado al eBook cataloguil? No parece tener demasiado sentido el suprimir el chocolate del loro tan sobrevalorado en nuestra piel de toro y además dar una imagen tan pobre, de escasa valoración de su tesoro, de su catálogo, como para no dedicarle un pequeño grupo de hojas pegadas.

El eBook salvará la industria editorial

En el periódico ABC de hoy se publica una entrevista a Christopher Platt, que ocupa un cargo directivo en la Biblioteca Pública de Nueva York. Según el artículo, la biblioteca posee «Más de 20 millones de libros y casi 30 millones de objetos (entre vídeos, mapas y otros documentos)». Entre las variadas preguntas, está ésta —las cursivas son nuestras—:

«P.- ¿Cree que el eBook puede matar al libro convencional?

R.- No, yo leo libros en los dos formatos. Los eBooks son otra forma de lectura, más creativa, social e interactiva. Y es válida. Lo cierto es que no tienen por qué competir con el libro tradicional, pueden generar mucho dinero. De hecho. por ellos la industria editorial no va a desaparecer

La verdad es que es un planteamiento que al menos nosotros no habíamos conocido hasta ahora: donde muchos dicen que el eBook acabará con el libro de papel, Platt dice que no sólo no acabará, sino que será su salvador. ¿Qué opináis?