Archivo por meses: abril 2016

40 años como 40 soles (IX)

Este lunes queremos invitaros a la celebración en el Ateneo de Madrid de nuestros 40 años. Os dejamos la invitación para que podáis acompañarnos en esa bonita tarde donde podremos recorrer la historia que hacemos todos juntos y disfrutar de teatro y música.

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Os dejamos una muestra de las dos voces que estarán presentes la tarde del 18 de abril.

Ángel Solo

Javier Agra

92 años José Hierro

Felicidades, amigo José Hierro. Según pasan los años se demuestra que tu vida ha ido más allá de tu «Vida».

VIDA

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!»
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!»
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada. 

José Hierro para niños, edición de Yolanda Soler Onís ilustrada por Jesús Aroca, Ediciones de la Torre, Madrid, 1998.

 

Día Mundial del Libro Infantil y Juvenil

2 de abril, Día Mundial del Libro Infantil y Juvenil y aniversario del nacimiento de Hans Christian Andersen, considerado uno de los grandes genios de la literatura infantil.

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«La historia de mi vida dirá al mundo lo que a mí me dice: «hay un Dios amoroso que encamina todo a buen fin».

En el año 1805 vivía en Odense, en una habitación pequeña y pobre, una pareja de recién casados que se querían muchísimo; eran un joven zapatero y su  mujer; él tenía apenas veintidós años, una inteligencia asombrosa y un temperamento poético de verdad; ella era unos cuantos años mayor, ignorante de la vida y del mundo, pero de gran corazón. El hombre acababa de establecerse por su cuenta como maestro zapatero y él mismo se había fabricado el taller y la cama de matrimonio, utilizando para ello unas tablas de madera donde poco antes había estado expuesto el ataúd con los restos del difundo Conde Trampe; como recuerdo habían quedado las listas de tela negra que adornaban el catafalco.

El dos de abril de 1805, en lugar del cadáver del conde, rodeado de flores y candelabros, nos encontramos allí berreando a un niño lleno de vida, y ese niño era yo, Hans Christian Andersen.

Dicen que mi padre se pasó los primeros días sentado a la cabecera de la cama de mi madre leyéndole a Holberg, mientras yo lloraba a pleno pulmón. «O te duermes o escuchas callado», cuentan que dijo bromeando.

Pero yo continué siendo un llorón y buena muestra de ello di en la iglesia al bautizarme, como que el pastor, que según mi madre ha comentado más tarde, era un hombre de malas pulgas, dijo: «Este chico chilla como un gato», palabras que mi madre no pudo perdonarle nunca. […]»

El cuento de mi vida. I. Hans Christian Andersen. Introducción y traducción de María Pilar Lorenzo. Ilustraciones de A. Rackham, V. Pedersen y L. Frolich. Ediciones de la Torre, Madrid, 1987.

Otras publicaciones:
El cuento de mi vida. II. Hans Christian Andersen. Introducción y traducción de María Pilar Lorenzo. Ilustraciones de A. Rackham, V. Pedersen y L. Frolich. Ediciones de la Torre, Madrid, 1987.
El cuento de mi vida. Hans Christian Andersen. Traducción de María Pilar Lorenzo, Ediciones de la Torre, Madrid 2005.