Carta al director

mercedes

Carta al Directori:

Está bien visto y conviene, al parecer, asegurar que todo lo bueno se terminó con la llegada de Franco y así ese artículo nos asegura que la Residencia de Señoritas, fundada por María de Maeztu en 1915, «se apagó como otras tantas luces en la guerra civil». No es cierto. Si bien a los edificios de Fortuny se les dio el nombre de «Colegio Mayor Santa Teresa» el espíritu de la Institución —con Franco y a pesar de él— siguió viviendo. Yo he sido colegiala allí a mediados de los años cincuenta y la residencia —a veces seguíamos llamándola así fue para mí algo muy importante,  un especie de oasis dentro de la España de entonces. Estaban todavía allí algunas antiguas alumnas de antes de la guerra y también, como secretaria, Eulalia Lapresta, íntima amiga y  colaboradora de María. Tenían lugar las mismas Residencia1actividades de antes: conferencias, lecturas de obras teatrales, audiciones de música clásica, visitas de autores y periodistas y no precisamente los adictos al régimen, músicos… Y también se practicaba el deporte: baloncesto. En las comidas, en las que coincidían todas la colegialas, se hablaba y discutía sobre literatura, cine, teatro, música… También libremente sobre política y con frecuencia se criticaba al régimen. Nuestras neuronas no «se enviaron a la cocina», como estúpidamente termina el artículo. Compañeras mías destacaron en el campo de las letras, del derecho, de la física, de la arquitectura, de la medicina… Y yo misma, aunque tuve que pasar algunos ratos en la cocina, he hecho un par de cosas no del todo mal. ¿Por qué magnificar de esa manera al «Generalísmo»? Aunque quiso no pudo acabar con las neuronas de muchas mujeres.

Mercedes Neuschäfer-Carlón. Berlín.

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i Esta carta fue enviada al director de El País pero no fue publicada.

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