López Rueda, El fervor no muere

[Artículo extraído del blog de Antonio Costa: http://www.entretantomagazine.com/2018/02/28/lopez-rueda-el-fervor-no-muere/]

José López Rueda, poeta y profesor que recorrió medio mundo dando clases y escribiendo poemas, acaba de morir. Es una palabra que pega un puñetazo en la cara, que no deja hablar. Les explicaba a la muchachas chinas en Taiwan lo que no quería decir Góngora. Vivió en una casa con fantasmas que pertenecía a una universidad de Estados Unidos. Creó la Facultad de Humanidades en el sur de Ecuador junto al río de las piedras. Atravesó Colombia en un autobús en los años cincuenta para llegar al Caribe de Venezuela donde se encargó de una cátedra durante tantos años. Les hablaba a los venezolanos de los clásicos españoles, acompañado por su Adelina de ojos verdes que fluctuaban de color al anochecer. Les gustó tanto que le facilitaron que fuera a Madrid durante dos años para hacer su doctorado sobre los latinistas españoles del siglo XVI.
A los ochenta años conoció un notable éxito de crítica y público con su novela sobre la guerra civil en un pueblo aragonés, entre humanista y lírica, entre campanas y trenes, titulada “Aldea 1936”, publicada en Ecuador en los años cincuenta y reeditada en España por Ediciones de la Torre. Guardaba en sus baúles otra novela sobre los que escapaban de la Europa en llamas en los años cuarenta en barcos hacia América, “Viejo mundo a la deriva”, que puede dar que hablar. La Europa convulsa y rota en pedazos llevaba sus sueños rotos en medio del mar. Igual que un arquitecto quiso levantar en Buenos Aires todas las claves de la “Divina Comedia” de Dante, la summa de Europa, en el Palacio Barolo de Buenos Aires. […]

Recordamos con cariño a don José López Rueda, compartimos esta foto junto a su esposa en nuestra caseta, aquella Feria del libro del 2012 presentando su novela Aleda 1936.

Descanse en paz.

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