11 de enero
Juan XXIII inaugura el Concilio Vaticano II que con sus cuatro
constituciones y los decretos y declaraciones que de ellas se derivan
producen una profunda renovación en la iglesia católica.
NO SE ENSORBECE SEÑOR MI CORAZÓN
No se ensorbece Señor mi corazón
Yo no quiero ser millonario
ni ser el Líder ni ser Primer Ministro
Ni aspiro a puestos públicos
ni corro detrás de las condecoraciones
yo no tengo propiedades ni libreta de cheques
y sin Seguro de Vida
estoy seguro.
Como un niño dormido en los brazos de su madre…
Confíe Israel en el Señor
y no en los líderes.
Ernesto Cardenal
Poesía Cada Día, Ediciones de la Torre, Madrid, 2009