Archivo de la categoría: Nuestro Concurso

«El rompeolas»

   Se descalzó y metió los pies en la fría arena. A esas horas de la noche la playa estaba desierta y únicamente se escuchaba el rumor de las olas al llegar a la orilla. Los marroquíes ricos iban llegando en sus yates al puerto de Tánger, iluminando el agua a su paso, preparados para la fiesta que duraría hasta el amanecer.

   Volvió a sí mismo, ya confortablemente sentado sobre la arena, apoyándose en los codos, la cabeza inclinada hacia el cielo. No tenía palabras para explicar el momento mágico que significaba estar allí cada noche, a la misma hora, más o menos desde hacía un mes desde que llegó a Tánger, y haciéndolo como un rito necesario antes de irse a dormir, algo que se había instaurado desde que llegó y de lo que ahora no podía ni intentaba desprenderse. Por el día su trabajo le exigía rodearse de docenas de personas, hablar con ellos, relacionarse, fingir que le importaban, ir a lugares que a él no le apetecía. El único momento que tenía para estar solo era por la noche, y el  lugar ideal, la playa. Sigue leyendo

«Recapitulación»

La lluvia azotaba los cristales del tren, pero no era un impedimento para aquella máquina. Sí para mí un cuarto de hora más tarde, cuando llegó a su destino, Florencia. Me dirigí cabizbaja hacia el hotel, con el paraguas rojo de mi madre en la mano izquierda y la bolsa de viaje en la mano diestra. Llegué diez minutos después. El camino de piedra que dirigía al vestíbulo permitió que  descansará los brazos y mirara tranquilamente una de las calle de aquella misteriosa ciudad que se había cruzado en mi destino.

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