Ideología

Nada por encima del hombre, de la especie humana. Nada que lo amedrente ni lo esclavice, nada que pueda reducir su tamaño, su libertad, su felicidad. Ni dioses o demonios inventados, ni amos que le pongan cadenas… Pero nada por debajo del hombre, de la  persona: la brizna de hierba, la flor efímera o el roble centenario, el guijarro del camino o la montaña inaccesible tienen el mismo derecho que él a la vida; las estrellas del inabarcable universo y la gota de agua del arroyo, los vientos… todo a la medida del hombre, de la  especie humana; porque nosotros, como todo lo que vive, como todo lo que es real en una condición u otra, somos parte, pequeña pero imprescindible, de todo el universo, de toda la materia conocida o por conocer, y, al tiempo, todo ese universo está dentro de cada una de las formas que adopta la Vida en su incesante movimiento, en su devenir… También los sueños y las pasiones, también la fantasía… Nada fuera del ser humano, nada por debajo de él, nada por encima.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *