Poesía Cada Día, 13 de enero

13 de enero
1927. Descubrimiento del testamento ológrafo de Hernán Cortés,
descubridor de México.

LOS CABALLEROS DE LA IMPRUDENCIA

Estos que dieron nombre a la Tierra,
cruz a los montes, sentencia al mar,
son los que hicieron, jugando a guerra,
anchas Castillas por ultramar.

Estos, sí, fueron estirpe y raza,
trajes de hierro, fuego español.
Fueron la espada contra la maza,
la Eucaristía contra el dios-sol.

Fueron por selvas a la aventura
bajo el horrendo sol tropical,
entre serpientes de calentura,
por la laguna pestilencial.

Sus castidades de Extremadura
dieron a un fuego devorador
lepra o delicias en la cintura;
la joven india les dio el amor.

Piara de puercos por intendencia,
y por remedios, vinagre o sal,
los caballeros de la imprudencia
vieron brillando la Cruz Austral.

Locos, cruzaron la cordillera,
¡oh, mula roja, potro andaluz!,
y oyó un relincho por vez primera
la cumbre blanca, de intacta luz.

«Cuzco» y sus momias, en asamblea
sobresentadas, con frío hedor,
ofreció el oro como presea
al guantelete conquistador.

Vieron al indio del altiplano
que amó a las «llamas» de airoso andar,
que ciega al cóndor con torpe mano
y ya en tinieblas le hace volar.

Hallan al «inca» de oro en su «huaca»,
y por sus ojos desfilarán
los barcos-cestas del Titicaca,
y con su viga, Caupolicán.

Dejando un rastro de catedrales,
nobles escudos cada portal,
alzan morados pendones reales
entre los cactus y el platanal.

Agustín de Foxá

Poesía Cada Día, Ediciones de la Torre, Madrid, 2009

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